ÁVILA es una ciudad en la que se une el pasado y el presente. El pasado puede apreciarse en sus murallas, sus casas, sus palacios, sus templos y sus conventos. Todos ellos configuran el rico patrimonio artístico de la ciudad en la que convivieron tres culturas: la cristiana, la árabe y la judía. Historia, arte, mística, tradiciones, gastronomía, naturaleza se juntan para ofrecer al visitante una completa experiencia turística y cultural: una ciudad que ha conservado casi intacto su perímetro amurallado, con calles y plazuelas llenas de encanto.
Yo viví en ella 12 años, desde el 1965 al 1977. Años de mucha intensidad: estudios, baloncesto, amigos, paseos y nevadas que quiero reflejar en mis cuadros…